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Clima terapéutico en la consulta en línea: Buenas prácticas en la psicoterapia mediada por tecnologías

Nada predice mejor la posibilidad de adhesión al tratamiento como el primer contacto entre psicólogo y paciente (tal como lo hemos indicado anteriormente aquí). En psicoterapia, el término para este proceso es “rapport“.

Dado que la cercanía es un elemento fundamental del rapport y de las conexiones humanas, la psicoterapia en línea (especialmente cuando es en línea desde su origen) necesita potenciar factores compensatorios que permitan contrarrestar la ausencia de cercanía física e -incluso- utilizar la distancia como un elemento ventajoso. Algunas de las mejores prácticas para lograr esto son:

1) El encuadre escrito: en la psicoterapia en línea frecuentemente el encuadre inicial, la información sobre las modalidades de psicoterapia, formas de compensación económica y las políticas de cancelación de consulta pueden ser comunicadas a través de medios escritos (vía correo por ejemplo). Esto permite brindar al consultante o paciente una información completa, y además fácilmente revisable cuantas veces lo desee. Es importante que estas comunicaciones dejen en claro siempre que los canales deben mantenerse abiertos para aclarar cualquier duda.

2. La descripción del espacio en línea: todo proceso novedoso tiende a ser “imaginado” por la persona que lo desconoce generando gran carga de expectativas (¿cómo será el consultorio? ¿será muy costoso?, ¿por donde comenzaré a hablar?), y en muchos casos, esto tiende a generar angustia. En el caso de la psicoterapia en línea, describir la forma de comunicación (cosas que pueden parecer tan sencillas como quien iniciará la videollamada), el protocolo de cierre de cada sesión en línea, o los pasos que se seguirán en caso de contingencias (pérdida de comunicación, por ejemplo) son ejemplos de elementos que pueden brindarse como “instructivo” a los consultantes para eliminar factores que puedan generar ansiedad, y para que ambos (tanto terapeuta como consultante) puedan concentrarse en los elementos humanos y más complejos de la interacción.

3. Incorporar las características únicas del encuadre en línea como ventajas y no como desventajas: la posibilidad de conversar desde un ambiente escogido por el propio consultante, en el que se sienta en control, y con la posibilidad de estar más cómodo, son también características de la terapia en línea. Es importante que la alianza terapéutica entre consultante y terapeuta permite aprovechar estas características a favor de los objetivos de la terapia.

La terapia en línea es una modalidad más de relación profesional, en todo caso, lo más relevante es que el profesional que la lleve a cabo siempre haga esfuerzos conscientes para lograr que sus características de implementación apalanquen lo que siempre debe ser el norte: el interés y el desarrollo de nuestros consultantes.

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